
¿El bebé tiene fiebre? Esto no es necesariamente motivo de preocupación. De hecho, es la forma que tiene tu cuerpo de defenderse, y si la fiebre no es demasiado alta (es decir, inferior a 39 grados centígrados), aquí hay algunos consejos para ayudar a bajarla de forma natural.
Por supuesto, si su hijo tiene fiebre alta o está preocupado por su condición, la mejor solución es consultar a su médico y darle medicación. Los consejos que ofrecemos en este artículo se pueden aplicar como complemento a la medicación, pero obviamente no sustituyen el consejo de un médico.
¿Cómo saber si tu bebé tiene fiebre?
La mejor manera de determinar si su hijo tiene fiebre es tomarle la temperatura con un termómetro, idealmente por vía rectal hasta los dos años, o usando un termómetro electrónico que se coloca sobre la sien.
Tenga cuidado, ciertos elementos pueden provocar un aumento de la temperatura corporal, así que tenga cuidado al tomarse la temperatura:
- El mayor tiempo posible después de una comida
- Cuando se viste normalmente
- En un ambiente templado (ni demasiado calor ni demasiado frío)
- Después de que se haya calmado, si ha realizado ejercicio físico.
Se dice que un niño tiene fiebre cuando su temperatura supera los 38 grados centígrados.
Consejo n.º 1: Viste al bebé ligeramente
Incluso si su hijo tiembla o se queja de tener frío, se recomienda descubrirlo para que esté ligeramente vestido. Ni mantas cálidas, ni sacos de dormir reconfortantes… Un pañal y un pequeño body o un pijama ligero de algodón serán más que suficientes y permitirán que su cuerpo evacue el calor de forma más eficiente. Si es posible, deje los piececitos descubiertos, porque cuando baja la temperatura de los pies, baja también el calor del cuerpo.
Consejo n.º 2: Bañe al bebé con agua tibia
Sí, tibio, no frío. Para qué ? Porque el agua fría podría aumentar el riesgo de convulsiones. De hecho, contrariamente a lo que se podría pensar, el agua fría no es buena para los bebés, pero el agua 1 o 2 grados más fría que su temperatura corporal puede bajarles la fiebre sin resultarles desagradable. La bañera se irá enfriando poco a poco a medida que juegue en ella, pero no hay riesgo de convulsiones, ya que el cambio de temperatura es gradual.
Consejo n.º 3: Juega tranquilamente con el bebé
Para evitar que tu bebé se emocione demasiado, especialmente si está empezando a moverse o es bastante activo, anímalo a mantener la calma realizando actividades tranquilas con él. Por ejemplo, usted podría:
- Léale un cuento
- Escuchar canciones infantiles o canciones de cuna
- Realizar construcciones o rompecabezas
- Dibujar o hacer manualidades
Consejo n.º 4: Anime al bebé a beber
Cuando los bebés tienen fiebre, pueden sudar más y, por lo tanto, deshidratarse más fácilmente. Por lo tanto, se recomienda encarecidamente darle mucho líquido para beber, para que pueda compensar cualquier pérdida de agua.
Si el bebé no bebe agua, pruebe diferentes mezclas, como:
- Un poco de caldo caliente
- Jugo de fruta diluido con agua
- Agua con unas gotas de jarabe aromatizado para añadir sabor.
- Una infusión de hierbas fría (consulte la lista de plantas seguras para niños pequeños en el sitio) El mundo natural )
Consejo n.º 5: Coloque al bebé en un ambiente templado.
Si es posible, ventile el ambiente del bebé y colóquelo en una habitación que no sea ni demasiado caliente ni demasiado fría. Vestido ligeramente después de haberle dado un buen baño y de haberse hidratado bien, estará entonces en la mejor posición para volver a una temperatura normal.
Consejo n.º 6: Coloque un oso terapéutico frío en la parte posterior de su cuello.
Más eficaz que las compresas de agua fría en la frente (¡y menos molesto para el bebé!), el oso terapéutico refrigerado ayuda enormemente a reducir la fiebre en los bebés.
Simplemente enfríelo durante 2 horas en el congelador (para un fácil acceso, puede simplemente mantener su osito de peluche en una pequeña bolsa para congelador en su congelador en todo momento) y colóquelo en la parte posterior del cuello de su bebé, mientras lo mece o le lee un cuento, por ejemplo. Cuando el oso se haya calentado, puedes ponerlo de lado, luego, cuando el otro lado esté más caliente, vuelve a colocar el oso en el congelador para reutilizarlo más tarde.
¿Te gustaron estos consejos de mamá para aliviar de forma natural y efectiva la fiebre leve en los bebés? ¡Siéntete libre de explorar nuestro blog para descubrir muchos otros usos milagrosos de nuestro pequeño osito terapéutico, como aliviar los cólicos, el dolor de oído o la dentición!